En 2019 se produjo un estallido social en Chile.
Durante el mismo, la población salió a las calles para protestar por una subida del precio del billete del transporte público en un contexto de encarecimiento del nivel de vida.
El incremento de 30 pesos llevó a una evasión generalizada del pago del metro. A su vez, aparecieron protestas masivas, disturbios violentos y saqueos que se extendieron de la capital Santiago, a lo largo del país.
El presidente Sebastián Piñera decretó el estado de emergencia mientras morían 32 personas y 347 padecían lesiones oculares luchando en las protestas.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos identificó más de 3400 civiles hospitalizados mientras se denunciaban casos de torturas y otras vejaciones por parte de las Fuerzas Armadas y del Orden, llamados por la ciudadanía "Pakos (policía)".

La violencia institucional de las protestas llevaba intrínseca una violencia sexual contra las mujeres. En este contexto en el que durante el mismo año el colectivo feminista ganaba voz y fuerza, se organizaron una serie de intervenciones artísticas bajo el lema “Un violador en tu camino” (propuesta liderada por el colectivo “Las Tesis”).

Se podría decir que el estallido social en Chile, fue un movimiento de corte feminista que luchaba contra el abuso de poder patriarcal instaurado en la política y los hogares de la sociedad neoliberal Chilena. Este estallido tuvo su fin seis meses después, tras la llegada de la pandemia del COVID 19.

Mi viaje a Chile en primera línea de la trinchera, fue un viaje catalizador y de admiración por una sociedad luchadora y organizada a través del arte y la guerrilla urbana.